jueves, abril 19, 2007

¿Cómo Están Tus Prioridades?

Las prioridades de las personas que no conocen a Dios, son totalmente diferentes de las que sí lo conocemos, o al menos deberían serlo. Para la mayoría de las personas inconversas sus prioridades tienen algo que ver con esta vida terrenal, llámese dinero, placer, diversión, etc. En cambio los cristianos que conocemos a Dios, tenemos prioridades que trascenderán esta tierra.

Este artículo tiene como objetivo, hacer del conocimiento de los nuevos conversos, cuáles son estas prioridades, y de aquellos que las conocen, recordarles el orden de las mismas, ya que si alteramos el orden de nuestras prioridades, nuestra vida cristiana se vería afectada de manera seria y nos veríamos impedidos para recibir las bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Prioridad No. 1: Dios
Marcos 12.28-30 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Jesús mismo nos enseña que lo más importante es amar a Dios con todo lo que somos y tenemos. Tener a Dios en primer lugar significa, más que nada, tener una relación personal e íntima con Dios. Esto se logra con dos cosas principalmente, una tiene que ver con escuchar a Dios y la otra con hablarle. Escuchamos a Dios al leer, estudiar y memorizar la Escritura; y le hablamos cuando oramos. ¿Está usted leyendo la Palabra de Dios al menos 3 veces por semana? ¿Tiene la costumbre de memorizar siquiera un versículo por mes? ¿Estudia usted la Biblia al menos una vez por semana? Déjeme decirle que el asistir a la congregación el domingo no significa poner a Dios como prioridad No. 1. Está bien asistir a la congregación los domingos, pero eso es independiente de su relación personal con Dios. Usted va a crecer en el conocimiento de Dios y de su Palabra al escucharlo directamente, sin intermediarios, sólo usted y el Espíritu Santo. Dios es un Dios personal, interesado en usted como persona, en sus problemas y luchas particulares. Es necesario que usted decida destinar un tiempo todos los días para leer la Palabra de Dios. Es Cristo en usted quién puede vencer los obstáculos que el diablo pone en su camino. Usted se llena de la mente de Cristo y del poder de Dios al escuchar a Dios a través de la lectura, estudio y memorización de la Palabra. No puede sustituir este tiempo con asistir a la iglesia, oír casetes ó leer libros cristianos. La lectura de la Palabra de Dios no tiene sustituto alguno. Lea, estudie y memorice la Biblia. Tampoco puede usted sustituir la oración con ir a pedir consejo al pastor o por platicar de sus necesidades con algún hermano de la Iglesia. Dios desea que usted se dirija a él directamente. La Palabra de Dios y la oración son la base de su vida cristiana.

Prioridad No. 2: La Familia
Marcos 12:31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Dice la Biblia que el segundo mandamiento es parecido al primero: Amar al prójimo. Bueno, y ¿quién es tú prójimo? Pues primeramente tu familia. ¿Estás casado? Tu prójimo son tu cónyuge y tus hijos. ¿Estás soltero? Tu prójimo son tus padres y tus hermanos(as). El amor, al final de cuentas, se traduce en tiempo. Amar a Dios significa pasar tiempo con Él. ¿Cómo? Amas a Dios cuando dedicas tiempo para leer su Palabra y escucharlo y para orar. Es lo mismo con el segundo mandamiento, amar a nuestro prójimo, es decir a nuestra familia, significa pasar tiempo con ella. ¿Haciendo qué? Si es el cónyuge, escuchando con atención lo que tiene que decir, y platicando aquellas cosas que nos suceden, preguntando lo que no entendemos y buscando atender sus necesidades. Si son los hijos, atendiendo a sus necesidades básicas de vestido, casa y alimento. Enseñándoles a confiar en Dios, a orar, a leer la Biblia y explicándola, ayudándoles a memorizar la Escritura.

¿Cuánto tiempo hace que no invita a su esposa a salir solas para poder compartir con ella lo que tiene en su corazón y escuchar sus inquietudes y anhelos? ¿Cuánto tiempo hace que no prepara el plato preferido de su esposo o lo invita a una noche romántica en la cama? Si usted es padre o madre ¿cuánto tiempo pasa por las tardes con sus hijos, platicando con ellos de cosas de su interés, ayudándoles en las tareas, contestando sus preguntas, enseñándoles algo que deseen aprender? ¿Los acompaña a su partido de fútbol, o les prepara una fiesta para su cumpleaños? Nuevamente, el amar al prójimo se traduce en tiempo. Nuestro tiempo debe ser para nuestros seres queridos más allegados. Están bien los amigos, los hermanos de la iglesia, los primos y los tíos, pero antes que todos ellos, están los de su propia casa. Ellos son, deben ser y deberán ser siempre los primeros, antes que cualquier otra persona.

Prioridad No. 3: El Trabajo Secular
2ª Tesalonisenses 3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

Como cuarta prioridad está el trabajo secular, es decir, el trabajo con el que ganaremos el sustento. Pablo predicaba el evangelio de tiempo completo, sin embargo también trabajaba para obtener dinero, y trabajaba también de tiempo completo. El trabajo no debe quitarnos el tiempo que debemos dedicar a Dios o a nuestra familia, y tampoco debe ser un impedimento para participar activamente en asuntos de la congregación. Pero por otro lado, dedicar tiempo a la congregación no debe ser nuestro pretexto para no trabajar. Algunas personas, bien intencionadas, pero sin conocimiento de Dios y de su palabra, no trabajan, esperando “vivir por fe”, y muchas dicen: “No he buscado trabajo porque quiero servir al Señor”, “me la paso visitando a los necesitados”. Sí, pero al rato ellas van a ser uno de los necesitados también.

Eso de vivir por fe ha estado muy malentendido entre los cristianos y sólo ha traído en muchas personas resentimiento y frustración. Prediquemos a Jesucristo y trabajemos en lo secular al mismo tiempo. Eso hacía Pablo, el hombre que más trabajó para Dios en el Nuevo Testamento. Si Dios no quisiera que trabajáramos, no habría permitido esta cita de Tesalonisenses. Seamos sensatos, pongamos las cosas en el orden correcto. Dios necesita más que pastores que prediquen desde el púlpito, gente que predique a Jesucristo con vidas transformadas, siendo buenos empleados, sometidos a nuestras autoridades, vecinos dispuestos a estar allí cuando se necesite. El trabajo secular es sumamente importante. ¿De dónde se va a obtener dinero para las despensas de los necesitados? ¿De dónde se va a obtener el dinero para pagar la renta del local para la reunión de la congregación? ¿De dónde se obtiene el dinero para los folletos de la campaña de evangelismo? Pues de los diezmos y ofrendas. ¿De qué va a vivir la congregación si todos decidimos “vivir por fe”? ¡En verdad que estaríamos fritos!

Prioridad No. 4: El Trabajo para el Reino
Mateo 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Bueno, pues sigamos con eso de que el amor se traduce en tiempo. Tenemos como cuarta prioridad predicar el evangelio y hay que destinarle tiempo (nótese que está después de que usted ha dedicado tiempo a Dios, a su familia y a su trabajo). El compartir las buenas nuevas de Jesucristo y servir en la congregación viene hasta el cuarto lugar. Es más importante su tiempo de oración personal (prioridad No. 1) que asistir a la oración en la congregación (prioridad No. 4). Es más importante que usted dedique tiempo a cultivar la relación con su cónyuge y con sus hijos (prioridad No. 2) a que dedique tiempo a estar en los eventos que realiza su congregación. No malentienda, su participación en la congregación, y para alcanzar a los perdidos, es importante, tanto para Dios como para usted. Pero nunca debe sustituir al tiempo que pasa con Dios o con su familia. Si usted ha dedicado tiempo a la oración y estudio bíblico personal, y si ha dedicado tiempo a su cónyuge y a sus hijos, y todavía dispone de un poco más, ¡bienvenido a participar en asuntos de la congregación! ¡Bienvenido a evangelizar! Para los pastores al igual que para nosotros, las prioridades son las mismas. Los pastores no pueden (ó no deben) sustituir su tiempo personal con Dios de oración y lectura de la Palabra por el tiempo que deben dedicar a preparar un sermón o una conferencia. No deben tampoco sustituir el tiempo que le corresponde a su familia con asuntos de la congregación.

1ª Timoteo 3:1-6 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

Conclusión
Hemos visto que Dios nos indica claramente que Él debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, porque de Él mana la vida (prioridad No. 1). Si estamos en constante comunión con Dios, él nos mostrará cómo relacionarnos con nuestra familia, pondrá de su sabiduría en nuestro corazón y estaremos dispuestos a dedicar nuestro tiempo y nuestras capacidades al bienestar familiar (prioridad No. 2). Siendo familias que funcionen debidamente, podremos trasmitir el evangelio de manera efectiva, con nuestro testimonio y anunciando que: Jesús es la respuesta (prioridad No. 4). Manteniendo nuestro trabajo secular (prioridad No. 3), haremos provisión para nuestra familia primeramente y también podremos bendecir a otros, dando ayuda al necesitado.

¿Alguna vez ha pensado cómo sería la vida en las congregaciones si todas las familias que asisten a ella tienen sus prioridades en orden? En vez de enfocar nuestros esfuerzos a reajustar, enmendar y reacomodar nuestras vidas y nuestras familias, los enfocaríamos a alabar, adorar y presentar a nuestro Dios con todo su poder y toda su gloria a aquellos que aún viven en el mundo.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!

Muy buen estudio. Me gusto mucho.

Saludos.

ALJABA dijo...

Muy buen articulo.

Entender el orden de las prioridades, definitivamente nos hace caminar con bendición como hijos de Dios y como el cuerpo de Cristo.

Saludos

Unknown dijo...

Bendiciones hermana Lucero, me gustaría saber si usted es la autora de este articulo o fue tomado de otra parte, ya que me gustaría publicarlo en mi blog. gracias. Dios la bendiga

Unknown dijo...

el blog del que hablo es el siguiente. http://blog.mielcamino.org/

gracias por su respuesta.

Lucero Ríos Duque dijo...

Odp4tch:

Contestando tu pregunta, sí yo soy la autora de todo lo que publico, y estoy convencida que la inspiración para hacerlo proviene del Espíritu Santo.

Gracias por querer publicar este artículo en tu blog, sólo te pido que pongas una liga dando el crédito a mi blog y así haya más personas que lean lo que escribo.

Que Dios siga bendiciendo tu ministerio y el blog que tienes. "no nos cansemos pues de hacer el bien, que a su tiempo segaremos, si no desmayamos" Gálatas 6:9

Unknown dijo...

Gracias a ti Lucero, gracias por tus palabras de bendición y por recordarme el mensaje de gálatas; también por darme el permiso para publicar este mensaje en mi blog, cuando lo monte pondré el link hacia este blog para que las personas puedan ver lo que escribes, es una excelente palabra la que podemos encontrar aqu; cuando lo publique pondré un comentarios aquí mismo y el link para que lo veas, por cierto mi nombre es Omar Padilla. Dios te bendiga y el Espíritu Santo te llene cada día más.

Unknown dijo...

Buenas tardes Lucero, Dios te bendiga, aca esta el link con el articulo, gracias :D
http://blog.mielcamino.org/%C2%BFcomo-estan-tus-prioridades/680

Anónimo dijo...

BUEN DIA TENGO ENTENDIDO QUE LAS PRIORIDADES DE LA VIDA SON LAS SIG:

DIOS
ESPOS@
HIJOS
IGLESIA
FAMILIA
TRABAJO
PASATIEMPOS
AMIGOS

Anónimo dijo...

Gracias hermana muy edificante su enseñanza que Dios la continue usando y bendiciendo me ha sido de gran ayuda para desarollar un mensaje en nuestra congregacion.

Anónimo dijo...

Hola hermana,su articulo fue de bendición, pero me dejo algunas dudas que me gustaría que pudiera ayudarme a resolver.1)Como dedujo que el amor al prójimo(tanto en Mateo 22:37-40, como en Lucas 10:27-29) se refiere primariamente a la familia? 2)Como dedujo que amar a Dios, es orar y meditar en la palabra? hay algunos pasajes que aclaran esto? Amar a Dios no es en realidad hacer la voluntad de Dios?3)Como interpreta usted Lucas 9:59-62? Desde ya muchas gracias, que el Señor la bendiga!

Lucero Ríos Duque dijo...

Querido anónimo, aquí contesto tus preguntas:
1) Jesús nos dice que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. El prójimo más cercano que tenemos es la familia. Hay otros pasajes que apoyan el cuidado que debe tener un esposo con su esposa y viceversa (Efesios 5:25-33; 1ª Pedro 3:1). Otros que nos dicen claramente el cuidado que debemos a los hijos (Efesios 6.-4; Colosenses 3:18-21). La mayor responsabilidad para con ellos es enseñarles la Palabra y llevarlos a Cristo (Deuteronomio 4:9, 6:7, 11:19; Isaías 38:19; Proverbios 1:8). Todas estas instrucciones se dan para la familia, no para los vecinos o amigos.
2) Jesús nos dijo: el que me ama mis mandamientos guardará (Deuteronomio 10:12-13, 11:13; Juan 14:21-24; 1ª Juan 2:5). Exactamente, amar a Dios es hacer su voluntad, y ¿cómo podríamos hacerla si no la conocemos? Su voluntad va más allá de los 10 mandamientos. Para conocer completamente la voluntad de Dios, es necesario leer la Biblia y meditar en ella (ver Probervios cap 3 y Salmos cap 119). Este ejercicio por sí solo no estaría completo si no lleváramos en oración nuestra meditación y aprendizaje a Dios, puesto que, al leer su Palabra, nos damos cuenta dónde fallamos, qué necesitamos y es entonces que debemos dirigirnos a Dios en oración para poder ser hacedores de la Palabra y no oidores olvidadizos (ver 2 Crónicas 6:12-42 oración de Salomón; Salmos 10:17, 19:14, Lucas 11:1; Romanos 2:13, 8:26-27; Santiago 1:22-25; ).
3) Muy buena pregunta. Debemos entender el contexto en el que se escribió este pasaje. En esta ocasión había personas que decían querer seguir a Jesús pero sin realmente estar dispuestos a pagar el precio de seguirlo. No aclara la biblia si eran adultos con familia o no. En la Biblia de estudio Harper Caribe, encontramos como subtítulo a esta porción de la Escritura: seguidores impulsivos y renuentes (Lucas 9:57-62, pág 1091). Es mi interpretación que Jesús quería que ellos se dieran cuenta que sus intenciones eran de dientes para afuera. Pedro estaba casado como otros apóstoles y no le pidió Jesús que dejara a su esposa.
Deseo querido anónimo que haya contestado sus preguntas satisfactoriamente y le agradezco que las haya hecho. En el amor de Cristo que nos une, me despido. Atte. Lucero