miércoles, noviembre 22, 2006

El Aborto ¿Asesinato o No?

Solo de pensar en las personas que han matado a otro ser humano, comenzamos a decirnos “no puedo entender cómo pueden matar a un semejante, ¡ni que fuera una cucaracha! Esos asesinos no tienen perdón, deberían podrirse en la cárcel”. Y sin embargo, personas que así piensan, aceptan o practican abortos. Un aborto, ¿no es un asesinato?

Carlos- Amor, ¿ya leíste la última noticia? Ayer, a plena hora del día, un sujeto mató a su esposa con arma de fuego, por celos, porque pensaba que le estaba siendo infiel. Los vecinos aseguraron que la señora era una persona amable y que nunca se le conoció amante alguno.

Perla - Sí, leí la noticia esta mañana. De solo pensarlo, ¡me imagino lo que será nuestra sociedad si seguimos por ese camino! Menos mal que el incidente no sucedió aquí en nuestro rumbo. Por cierto cariño ¿qué pasó con la muchachita esa que te fue a ver ayer al consultorio?

Carlos- ¿Cuál? ¿La que quiere terminar su embarazo?

Perla- Sí, esa misma. ¿Ya le platicaste de todos los riesgos?

Carlos- Pues sí, ayer hablé con ella con detalle, y de todos modos quiere abortar. Así que ya la programé para mañana. Pobre muchacha, se muere de vergüenza al imaginar que se enteren en su casa. Además el muchacho no se ha hecho responsable, la ha dejado sola.

Perla- Creo yo que será lo mejor, así no va a echar a perder su vida. Al fin de cuentas solo tiene 5 semanas de embarazo, a “eso” no se le puede llamar “bebé”.


La Verdad de la Palabra

Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre; yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista uno solo de ellos.
Salmos 139:13-16 (Biblia de Jerusalén)

No matarás (Biblia de Jerusalén)
Éxodo 20:13

Nota: Embrión.- Organismo en vías de desarrollo, a partir del huevo fecundado hasta la realización de una forma capaz de vida autónoma y activa. (Énfasis propio).
El Pequeño Larousse Ilustrado, 2003.

jueves, noviembre 16, 2006

Una Canita al Aire.

Una canita al aire no es cometer adulterio. ¿O sí?

Un fin de semana con otra mujer, no es adulterio. Un par de salidas al hotel con un amigo, pues tampoco puede ser adulterio. Eso piensan Patricia y Héctor, amigos desde la infancia, ahora casados y con hijos de casi la misma edad. Se encuentran en un café en una reunión de compañeros de generación para conversar.

Héctor - Oye Paty, ¿Qué pasó con ese amigo tuyo que te insistía en que salieras con él a tomar una copa?

Patricia - Pues qué crees, que se fue mi esposo una semana por el trabajo a Guadalajara, y que me llama el tipo, me invita a salir y que acepté. Pero eso no fue todo, nos fuimos al hotel. Saliendo de allí, como que me dio el remordimiento, ¿cómo ves?

Héctor - Mira Paty, una canita al aire cualquiera la tenemos. Ya sé que no es tan usual en las mujeres y, por eso sentiste remordimiento, pero ¡en pleno siglo XXI! Ya las mujeres son otra cosa. Te cuento que yo he ido un par de veces con una chava que conocí en el centro, ella no está interesada en nada más que en una aventura, y yo también. Me dijo que era casada, que no quería nada en serio. Además, nunca voy a dejara mi esposa.

Patricia - Pues sí, tienes razón, fue solo una noche, y yo tampoco pienso dejar a mi esposo ni a mi hijos. Solo fue como dices tú “una canita al aire”, y no tiene importancia.


La Verdad de la Palabra

Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio en su corazón.
Mateo 5:27-28 (Biblia de Jerusalén)

martes, noviembre 07, 2006

Pecados sin Importancia

¿Están en el mismo plano los homicidas y los mentirosos a los ojos de Dios?

Todos sabemos que no somos enteramente buenos ya que por ahí se nos escapan algunas cosas, pequeñeces, como decir mentiras, una que otra vez. Fuera de allí, somos iguales que toda la gente, que la gente buena, es decir, porque no matamos ni robamos ni cosa semejante. ¡Dios guarde la hora! Así piensan Rocío y Antonieta:

Rocío: -Antonieta, hasta que por fin te encuentro, ¿Qué me llamaste? ¿Cómo estás?
Antonieta: -Bien, pero fíjate que le tuve que decir a mi marido, una mentirita, porque fui a ayudarle a mi prima a repartir volantes, y ya sabes, a él no le gusta que ande metida en eso de la política, así que le dije que estuve contigo y con otra amiga desayunando, para que no me vayas a echar de cabeza.
Rocío: -¡No te preocupes! Para eso están las amigas, que al fin y al cabo, una mentira como ésta no le hace mal a nadie.


La Verdad de la Palabra

Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.
Apocalipsis 21:8 (Biblia de Jerusalén)