jueves, abril 26, 2007

Si Peco ¿Tengo Consecuencias? …Solo si me Descubren.

La mayoría de las personas piensan que las cosas indebidas que hacen no necesariamente traen consecuencias y a veces ni siquiera se les ocurre pensar que estas consecuencias sean negativas. Tampoco se les ocurre pensar que están pecando contra Dios. Veamos dos casos diferentes:

Tomás – Qué pasó, Ernesto, ¿nos vemos en la noche como quedamos?
Ernesto – Por supuesto, todo está listo.
Al día siguiente:
Tomás – Oye, nos salió muy bien la jugada, con lo que vamos a obtener vendiendo lo que robamos de la tienda, ya tenemos para un rato.
Ernesto – Increíble, por un momento pensé que nos podían atrapar, pero ya ves, la patrulla que pasó por allí, ni cuenta se dio que el vidrio estaba roto. Solo hay que ponernos listos con las “jefas”, ya ves que siempre andan preguntando de dónde sacamos dinero.
Tomás – No te apures, ya le dije a mi “jefa” que conseguí una chambita. Así que mientras no nos atrapen, no hay nada de qué preocuparse.

Leticia – Oye, ¿Cómo te fue ayer en la tarde?
Andrea – Increíble, Pepe me llevó a un hotel bien caro. La pasamos de lujo. Y cuando regresé, mi mamá ni cuenta se dio. Tan creída que había ido a la escuela como siempre.
Leticia – Pero te estás cuidando ¿verdad? No vayas a salir embarazada.
Andrea- ¡Claro que me cuido, si no soy tonta! No quiero consecuencias.

La Verdad de la Palabra

Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Isaías 59:2

Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Mateo 5:21-22

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas 5.19-21

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23

Versión Reina-Valera (énfasis propio)

jueves, abril 19, 2007

¿Cómo Están Tus Prioridades?

Las prioridades de las personas que no conocen a Dios, son totalmente diferentes de las que sí lo conocemos, o al menos deberían serlo. Para la mayoría de las personas inconversas sus prioridades tienen algo que ver con esta vida terrenal, llámese dinero, placer, diversión, etc. En cambio los cristianos que conocemos a Dios, tenemos prioridades que trascenderán esta tierra.

Este artículo tiene como objetivo, hacer del conocimiento de los nuevos conversos, cuáles son estas prioridades, y de aquellos que las conocen, recordarles el orden de las mismas, ya que si alteramos el orden de nuestras prioridades, nuestra vida cristiana se vería afectada de manera seria y nos veríamos impedidos para recibir las bendiciones que Dios tiene para nosotros.

Prioridad No. 1: Dios
Marcos 12.28-30 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Jesús mismo nos enseña que lo más importante es amar a Dios con todo lo que somos y tenemos. Tener a Dios en primer lugar significa, más que nada, tener una relación personal e íntima con Dios. Esto se logra con dos cosas principalmente, una tiene que ver con escuchar a Dios y la otra con hablarle. Escuchamos a Dios al leer, estudiar y memorizar la Escritura; y le hablamos cuando oramos. ¿Está usted leyendo la Palabra de Dios al menos 3 veces por semana? ¿Tiene la costumbre de memorizar siquiera un versículo por mes? ¿Estudia usted la Biblia al menos una vez por semana? Déjeme decirle que el asistir a la congregación el domingo no significa poner a Dios como prioridad No. 1. Está bien asistir a la congregación los domingos, pero eso es independiente de su relación personal con Dios. Usted va a crecer en el conocimiento de Dios y de su Palabra al escucharlo directamente, sin intermediarios, sólo usted y el Espíritu Santo. Dios es un Dios personal, interesado en usted como persona, en sus problemas y luchas particulares. Es necesario que usted decida destinar un tiempo todos los días para leer la Palabra de Dios. Es Cristo en usted quién puede vencer los obstáculos que el diablo pone en su camino. Usted se llena de la mente de Cristo y del poder de Dios al escuchar a Dios a través de la lectura, estudio y memorización de la Palabra. No puede sustituir este tiempo con asistir a la iglesia, oír casetes ó leer libros cristianos. La lectura de la Palabra de Dios no tiene sustituto alguno. Lea, estudie y memorice la Biblia. Tampoco puede usted sustituir la oración con ir a pedir consejo al pastor o por platicar de sus necesidades con algún hermano de la Iglesia. Dios desea que usted se dirija a él directamente. La Palabra de Dios y la oración son la base de su vida cristiana.

Prioridad No. 2: La Familia
Marcos 12:31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Dice la Biblia que el segundo mandamiento es parecido al primero: Amar al prójimo. Bueno, y ¿quién es tú prójimo? Pues primeramente tu familia. ¿Estás casado? Tu prójimo son tu cónyuge y tus hijos. ¿Estás soltero? Tu prójimo son tus padres y tus hermanos(as). El amor, al final de cuentas, se traduce en tiempo. Amar a Dios significa pasar tiempo con Él. ¿Cómo? Amas a Dios cuando dedicas tiempo para leer su Palabra y escucharlo y para orar. Es lo mismo con el segundo mandamiento, amar a nuestro prójimo, es decir a nuestra familia, significa pasar tiempo con ella. ¿Haciendo qué? Si es el cónyuge, escuchando con atención lo que tiene que decir, y platicando aquellas cosas que nos suceden, preguntando lo que no entendemos y buscando atender sus necesidades. Si son los hijos, atendiendo a sus necesidades básicas de vestido, casa y alimento. Enseñándoles a confiar en Dios, a orar, a leer la Biblia y explicándola, ayudándoles a memorizar la Escritura.

¿Cuánto tiempo hace que no invita a su esposa a salir solas para poder compartir con ella lo que tiene en su corazón y escuchar sus inquietudes y anhelos? ¿Cuánto tiempo hace que no prepara el plato preferido de su esposo o lo invita a una noche romántica en la cama? Si usted es padre o madre ¿cuánto tiempo pasa por las tardes con sus hijos, platicando con ellos de cosas de su interés, ayudándoles en las tareas, contestando sus preguntas, enseñándoles algo que deseen aprender? ¿Los acompaña a su partido de fútbol, o les prepara una fiesta para su cumpleaños? Nuevamente, el amar al prójimo se traduce en tiempo. Nuestro tiempo debe ser para nuestros seres queridos más allegados. Están bien los amigos, los hermanos de la iglesia, los primos y los tíos, pero antes que todos ellos, están los de su propia casa. Ellos son, deben ser y deberán ser siempre los primeros, antes que cualquier otra persona.

Prioridad No. 3: El Trabajo Secular
2ª Tesalonisenses 3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.

Como cuarta prioridad está el trabajo secular, es decir, el trabajo con el que ganaremos el sustento. Pablo predicaba el evangelio de tiempo completo, sin embargo también trabajaba para obtener dinero, y trabajaba también de tiempo completo. El trabajo no debe quitarnos el tiempo que debemos dedicar a Dios o a nuestra familia, y tampoco debe ser un impedimento para participar activamente en asuntos de la congregación. Pero por otro lado, dedicar tiempo a la congregación no debe ser nuestro pretexto para no trabajar. Algunas personas, bien intencionadas, pero sin conocimiento de Dios y de su palabra, no trabajan, esperando “vivir por fe”, y muchas dicen: “No he buscado trabajo porque quiero servir al Señor”, “me la paso visitando a los necesitados”. Sí, pero al rato ellas van a ser uno de los necesitados también.

Eso de vivir por fe ha estado muy malentendido entre los cristianos y sólo ha traído en muchas personas resentimiento y frustración. Prediquemos a Jesucristo y trabajemos en lo secular al mismo tiempo. Eso hacía Pablo, el hombre que más trabajó para Dios en el Nuevo Testamento. Si Dios no quisiera que trabajáramos, no habría permitido esta cita de Tesalonisenses. Seamos sensatos, pongamos las cosas en el orden correcto. Dios necesita más que pastores que prediquen desde el púlpito, gente que predique a Jesucristo con vidas transformadas, siendo buenos empleados, sometidos a nuestras autoridades, vecinos dispuestos a estar allí cuando se necesite. El trabajo secular es sumamente importante. ¿De dónde se va a obtener dinero para las despensas de los necesitados? ¿De dónde se va a obtener el dinero para pagar la renta del local para la reunión de la congregación? ¿De dónde se obtiene el dinero para los folletos de la campaña de evangelismo? Pues de los diezmos y ofrendas. ¿De qué va a vivir la congregación si todos decidimos “vivir por fe”? ¡En verdad que estaríamos fritos!

Prioridad No. 4: El Trabajo para el Reino
Mateo 28:19-20 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Bueno, pues sigamos con eso de que el amor se traduce en tiempo. Tenemos como cuarta prioridad predicar el evangelio y hay que destinarle tiempo (nótese que está después de que usted ha dedicado tiempo a Dios, a su familia y a su trabajo). El compartir las buenas nuevas de Jesucristo y servir en la congregación viene hasta el cuarto lugar. Es más importante su tiempo de oración personal (prioridad No. 1) que asistir a la oración en la congregación (prioridad No. 4). Es más importante que usted dedique tiempo a cultivar la relación con su cónyuge y con sus hijos (prioridad No. 2) a que dedique tiempo a estar en los eventos que realiza su congregación. No malentienda, su participación en la congregación, y para alcanzar a los perdidos, es importante, tanto para Dios como para usted. Pero nunca debe sustituir al tiempo que pasa con Dios o con su familia. Si usted ha dedicado tiempo a la oración y estudio bíblico personal, y si ha dedicado tiempo a su cónyuge y a sus hijos, y todavía dispone de un poco más, ¡bienvenido a participar en asuntos de la congregación! ¡Bienvenido a evangelizar! Para los pastores al igual que para nosotros, las prioridades son las mismas. Los pastores no pueden (ó no deben) sustituir su tiempo personal con Dios de oración y lectura de la Palabra por el tiempo que deben dedicar a preparar un sermón o una conferencia. No deben tampoco sustituir el tiempo que le corresponde a su familia con asuntos de la congregación.

1ª Timoteo 3:1-6 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

Conclusión
Hemos visto que Dios nos indica claramente que Él debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, porque de Él mana la vida (prioridad No. 1). Si estamos en constante comunión con Dios, él nos mostrará cómo relacionarnos con nuestra familia, pondrá de su sabiduría en nuestro corazón y estaremos dispuestos a dedicar nuestro tiempo y nuestras capacidades al bienestar familiar (prioridad No. 2). Siendo familias que funcionen debidamente, podremos trasmitir el evangelio de manera efectiva, con nuestro testimonio y anunciando que: Jesús es la respuesta (prioridad No. 4). Manteniendo nuestro trabajo secular (prioridad No. 3), haremos provisión para nuestra familia primeramente y también podremos bendecir a otros, dando ayuda al necesitado.

¿Alguna vez ha pensado cómo sería la vida en las congregaciones si todas las familias que asisten a ella tienen sus prioridades en orden? En vez de enfocar nuestros esfuerzos a reajustar, enmendar y reacomodar nuestras vidas y nuestras familias, los enfocaríamos a alabar, adorar y presentar a nuestro Dios con todo su poder y toda su gloria a aquellos que aún viven en el mundo.

jueves, abril 12, 2007

Pecador ¿Yo?

Antonio y José María platican de su última conquista, son dos jóvenes universitarios que viven en nuestro mundo moderno, llenos de energía y muy contentos con su vida.

Antonio – Oye Chema, qué onda con la chava del otro día. ¿Sigues saliendo con ella?
José maría – Pues no, fíjate que salimos a tomar un café y me hizo algunas preguntas que no entendí por qué las hizo, pero no me gustaron.
Antonio – ¿Cómo cuales?
José María – Déjame recordar… ¡Ah, sí! Me preguntó si ya me había arrepentido de mis pecados. Le dije: ¿Oye, de qué hablas? Mira no es que sea un santo, pero sí estoy seguro que no soy tan malo. ¿No se te hace raro? ¿Quién te pregunta semejante cosa?
Antonio – No pues sí, de plano que quién sabe qué onda se traiga.
José María – Y eso no es todo, que me dice: ¿nunca has dicho una mentira?, bueno, sí… Pero y eso ¿qué? ¿Te has emborrachado alguna vez? Un par de veces, pero no me quedaron ganas de volverlo a hacer. ¿No te has acostado con alguien? También sólo unas cuantas veces. Y muy enfáticamente me responde: Pues todo eso es pecado. Hasta allí aguanté. Le dije que ya era tarde y nos fuimos, por supuesto cambié la conversación a la fiesta del viernes.
Antonio – Oye, ¡qué tipa tan rara! Lo bueno es que no caíste en sus redes.
José María – Una mentira… ¡pecado! ¡Que se te pasen las copas un poquito! ¡Que te pases un ratito a gusto con una chava! Pecador ¿yo?, ¡Ja, ja, ja! Esta sí que vive en el siglo antepasado, no el veinte, sino el XIX.
Antonio – De hoy en adelante te voy a llamar ¡Pecador, pecador!
José María – Oye, ¡qué te pasa! No molestes, mejor no te hubiera dicho nada.

La Verdad de la Palabra

No os embriaguéis de vino, en el cual está el desenfreno. Llenaos, al contrario, del Espíritu. Efesios 5:18

Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa un hombre, fuera de su cuerpo queda; pero el que fornica, peca contra su propio cuerpo. 1ª Corintios 6:18

No os engañéis unos a otros. Colosenses 3:9ª

El que comete pecado, traspasa Ley, porque pues el pecado es transgresión de la Ley. 1ª Juan 3:4

Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:19,20

miércoles, abril 04, 2007

Y tú ¿Consultas a Magda?

Yuri y Angélica son amigas desde hace varios años. Las ha unido un mismo sentir acerca de lo oculto. Son clientes frecuentes de Magda.

Angélica - Yuri ¿no has ido con Magda últimamente, verdad?
Yuri - Pues no he tenido tiempo. ¡No me digas que fuiste a verla ayer!
Angélica - ¡Sí, sí que fui a verla ayer! No podía resistir más sin saber que está pensando Horacio de nuestra relación.
Yuri - Cuéntame con todo detalle qué te dijo. ¡Me muero de ansias por saber!
Angélica - Mira, me leyó las cartas y los caracoles. En las dos ocasiones me dijo lo mismo: ¡Que Horacio realmente me ama y que es en serio! ¿No te parece maravilloso? Eso quiere decir que le puedo decir que sí me caso con él. ¿Te das cuenta? Voy a darle el sí para toda la vida. Gracias a Magda, que dirige mis pasos.
Yuri - Angélica, ¡es una excelente noticia! Ya ves que todo lo que me ha dicho ha sido cierto. ¡Felicidades amiga! Ojalá y pronto encuentre yo también a mi príncipe azul.
Angélica - Oye, solo recuerda que para no equivocarte, ¡hay que consultar a Magda!

La Verdad de la Palabra
No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador o consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu Dios a esas naciones delante de ti. Haz de ser íntegro con Yahveh tu Dios. Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y adivinos, pero a ti Yahveh tu Dios no te permite semejante cosa. Deuteronomio 18:9-14

Hizo pasar a su hijo por el fuego; practicó los presagios y los augurios, hizo traer los adivinos y nigromantes, haciendo mucho mal a los ojos de Yahveh y provocando su cólera. 2ª Reyes 21:6

No practiquéis encantamiento ni astrología. Levítico 19:26b