En los textos de la Biblia encontramos el uso de lenguaje figurado. Este tipo de lenguaje es aquél en el que se le da a las palabras un sentido diferente del sentido literal y su propósito es aclarar una idea.
Jesús utilizó este tipo de lenguaje. Algunos ejemplos son: "Yo soy la puerta” (Juan 10:7,9). ¿Es Jesús una puerta en el sentido literal? ¡No! Más bien, Jesús está indicando que es por medio de él que entramos al cielo, a la presencia del Padre. Jesús también dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre” (Juan 6:35). ¿Es Jesús un pan en el sentido literal? ¡No! Más bien Jesús está diciendo que debemos ir a Él para que nuestro espíritu esté saciado de la presencia de Dios. Otro ejemplo, Jesús dijo: “Yo soy la vid” (Juan 15:1,5). ¿Es Jesús una vid en el sentido literal? ¡No! Jesús está diciendo que dependemos de Él para llevar fruto espiritual para Dios.
Cuando Jesús estuvo con sus discípulos en la última cena, dijo refiriéndose al pan que estaban comiendo: “Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado” (Lucas 22:19). Ese pan ¿era literalmente el cuerpo de Jesús? Necesariamente tenemos que contestar enfáticamente otra vez: ¡No! Jesús estaba diciendo que su cuerpo iba a ser entregado como sacrificio por los pecados del mundo.
Isaías nos aclara certeramente que Jesús estaba hablando en sentido figurado en las profecías que dio acerca de Jesús: “...mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca... Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado...” (Isaías 53:6b-7,10). Se lee perfectamente aquí, que lo que quita el pecado del mundo es la muerte de Jesús en la cruz.
Veamos la segunda parte de Lucas 22:19 Cuando Jesús dijo: “haced esto en memoria de mí”, Jesús no se refería a convertir el pan en su cuerpo o cosa semejante, se refería a participar de una comida en la cual hubiera pan para recordar que Él había entregado su cuerpo a la muerte en la cruz como sacrificio por los pecados del mundo.
Reflexionemos un poco:
Los discípulos ¿Se comieron el día de la última cena el cuerpo de Jesús?
¿Había que comerse el cuerpo de Jesús para que los pecados pudieran ser perdonados?
¿Jesús entregó su cuerpo en la última cena o en la cruz?
Cuándo Jesús dijo que era: el buen pastor, la puerta, la vid, el pan, etc. ¿Lo estaba diciendo de manera literal?
Jesús sabía que Él era el sacrificio perfecto para pagar por los pecados, por eso Juan el Bautista le llamó “el Cordero de Dios que quita el pecado del mudo”. Juan el Bautista está usando también lenguaje figurado. ¡Jesús no fue un cordero de manera literal!
La sola idea de comer el cuerpo de alguien es inconcebible, ni aún representado éste en un pan, galleta u oblea. Mucho menos esto va a quitar los pecados. El precio por la expiación de los pecados, es la muerte (Romanos 3:23) y debe haber derramamiento de sangre (Hebreos 9:22).
El sacrificio del cuerpo de Jesús, su muerte, fue una sola vez y para siempre, (véase el artículo “La Muerte de Jesucristo ¿Solo Una Vez o Muchas Veces?”) porque con esa única muerte nuestra deuda con Dios queda saldada.
jueves, agosto 30, 2007
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3 comentarios:
hola, buen texto...
Salu2
TENGO UNA DUDA CON RESPECTO AL COMENTARIO DEL TEXTO DE JN 6,51-58 "MI CARNE ES VERDADERA COMIDA Y MI SANGRE ES VERDADERA BEBIDA"
ESTE TEXTO ES TAMBIEN FIGURATIVO? ES ES REAL?
Querido anónimo:
Sí, el texto de Juan 6:51-58 también es figurativo, como lo es el de Juan 10:7-9.
¿Qué significa “el que come mi carne y bebe mi sangre”? Se refiere Jesús a creer en Él cómo nuestro Salvador. Es la comida y la bebida la que nos mantienen físicamente vivos, el creer que Jesús entregó su cuerpo en la cruz y derramó su sangre para perdón de nuestros pecados (Efesios 1:7), es lo que nos da la vida eterna (Juan 6:54). Jesús se es el alimento espiritual que necesitamos para tener vida espiritual.
Nota adicional: Dios prohíbe comer la sangre:
Levítico 17:10-11: Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Hechos 15:29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
Versión Reina-Valera
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