En todas las épocas, las mayoría de las personas han practicado alguna religión, (generalmente siguiendo la tradición de la familia) creyendo que así agradan a Dios. Veamos la definición del diccionario de la Lengua Española tanto para religión como para tradición, pues ambas palabras están relacionadas.
Religión: Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.
Tradición: Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación.
Ya que la religión es un “conjunto de creencias, sentimientos y de normas morales y de prácticas rituales” podemos decir que una religión está íntimamente relacionada con las tradiciones.
Cuando las personas practican una religión, siguen o tratan de seguir las normas de dicha religión tal y como sus padres y abuelos se las han inculcado. Sin embargo, eso no significa que conozcan a Dios, tengan una relación personal con Él o que crean lo que Dios nos dice. Generalmente las religiones no creen lo que Dios dice acerca de Él mismo y no reconocen el carácter de Dios. ¿Qué dice Dios acerca de las tradiciones?
1. Las tradiciones engañan al hombre. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2:8
2. Las tradiciones quebrantan o invalidan los mandamientos de Dios. Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Mateo 15:1-6
3. Si nos aferramos a las tradiciones honramos a Dios en vano e invalidamos sus mandamientos. Le preguntaron (a Jesús), pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Marcos 7:6-9
4. Podemos tener tradiciones religiosas sin conocer a Dios. Pablo dice al rey agripa cómo él vivía celoso de sus tradiciones sin conocer a Dios antes de encontrarse con Jesús: Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo. Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras. Hechos 26:4-5, 9-18
Pablo, quien fue un gran perseguidor de la iglesia, tuvo un llamado de Dios a mostrar la verdad a los que no creían, después de su conversión a Cristo. En el siguiente párrafo nos cuenta su conversión:
Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Hechos 26:12-18
Para reflexionar:
¿Qué religión tuvieron Adán, Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José...? ¿Tuvieron una religión o una relación personal con Dios? Al escudriñar las escrituras (la Biblia) leemos que ellos tuvieron una relación personal con Dios.
La mayoría de nosotros venimos de practicar tradiciones o una religión que no agrada a Dios; recordemos entonces que la Biblia contiene la verdad de Dios. Lo más importante es nuestra relación personal con Dios a través de su Hijo Jesucristo. Conocemos a Jesús a través de la Biblia, no de las tradiciones o de las religiones.
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1 comentario:
Saludos Hmna.
Comparto las ideas suyas expresadas en su blog.
Y en sintonía del mensaje de las costumbres y religiones, le adjunto un análisis de mi autoría y un poema que hice recientemente:
El celo de tu casa me consume
Me rebelo...
Saludos cordiales desde Ecuador.
Dios le bendiga:
Carlos Julio
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