miércoles, marzo 21, 2007

Las Buenas Obras

En este mundo hay gente buena y gente mala. Eso piensa la mayoría de las personas. Y muchas de ellas (por no decir otra vez la mayoría) se consideran entre las buenas. Esas “buenas personas” creen que por sus “buenas obras” pueden llegar al cielo, es decir obtener la salvación.

Margarita – Hola querida sobrina, ¿cómo estás?

Beatriz – Muy bien tía ¿Y tú? ¿Cómo te va con tus visitas al asilo?

Margarita – De maravilla, Bety. Fíjate que ayer estuve platicando con dos ancianitas muy lindas, de esas que no tienen familia. Les llevé un regalito.

Beatriz – Con lo buena que eres y con tantas cosas buenas que haces: tus visitas al asilo y la ayuda que das al orfelinato ¡ya tienes el cielo ganado!

Margarita – La verdad Bety, no es para tanto. Pero estoy dispuesta a esforzarme un poquito más. La semana entrante comienzo con un programa de ayuda a los indigentes, vamos a hacer un bazar cada sábado durante 3 meses. ¿Quisieras donar algo? Recuerda que eso también cuenta como obra de caridad y por supuesto que es a tu favor. Podemos hacer méritos juntas ¿cómo ves?

Beatriz – Me parece una idea excelente, tengo algunas cosas en buen estado que ya no ocupo, ya había pensado en regalarlas y si además el donarlas me da una ayudadita para llegar al cielo ¡es magnífico!

La Verdad de la Palabra
9¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Romanos 3:9-12

8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9

9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos. 2 Timoteo 1:8

5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Tito 3: 5-7
(Versión: Reina-Valera)

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