Ésas Palabritas que se Escapan
Cuando conversamos con las personas, de repente, como que hay palabritas que se nos escapan, que no debiéramos decir. Pero cuando discutimos, o estamos enojados, ya no son palabritas, sino palabrotas (bip). ¿Importan acaso las palabras que decimos?
Carlos – Oye, compadre, fíjate que ayer fui a ver al mecánico, y el (bip) me dijo que no tenía listo mi carro. Ya ni la (bip)
Juan – Ya sabes, todos son unos holgazanes, no hay ni a cual irle. ¿Ya supiste lo que hizo el estúpido de Alejandro? Se le olvidó traer los boletos del juego. Ahora hay que ir a recogerlos a su casa
Carlos – No le hagas, y ahora ¿cómo demonios vamos a ir? Vive muy lejos, y ya ves, mi carro está con el (bip) mecánico.
Juan – Pues mira, más vale que consigamos un taxi, porque el méndigo camión se tarda un resto.
La Verdad de la Palabra
Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal, pues yo os digo: Todo el que se encolerice contra su hermano, será reo dante el tribunal; pero el que llame a su hermano “imbécil” será reo ante el Sanedrín; y el que le llame “renegado”, será reo de la gehenna (infierno) de fuego.
Mateo 5:21-22 (Biblia de jerusalén)
Nota: Lo que está entre paréntesis, se ha agregado.
Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio. Porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:36-37 (Biblia de jerusalén)
viernes, enero 19, 2007
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