Derrotado, derrotado
En la cruz tú has quedado
Jesucristo me ha salvado
Y limpiado mis pecados.
Perdonado yo he sido
Por su sangre derramada.
El dominio que tenías sobre mí
Él te ha quitado
Y han quedado mis pecados
Sepultados en la mar;
Y ahora Él gobierna en mi vida
Y en mi corazón.
A Él me rindo esta mañana
Para hacer su voluntad,
Para amarle y servirle
Y con mi vida honrar.
Este poema lo escribí hace muchos años y lo comparto con ustedes, porque debemos siempre recordar que nuestro enemigo el diablo, está derrotado, que realmente somos libres por la sangre de Jesús. Los invito a que rindamos nuestra vida a Él diariamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario