martes, mayo 18, 2010

Dios es sólo uno.


Aunque todos sabemos que solo hay un Dios verdadero, encontramos en el sinnúmero de voces de las religiones diferentes dioses. ¿Por qué diferentes dioses? Pues porque el hombre se ha formado diversas ideas sobre quién es Dios, cómo es su carácter y su personalidad.

Cada persona tiene su propio concepto de Dios, si bien con algunas características semejantes, con diferencias basadas en la personalidad. Algunas personas piensan que Dios no castiga el pecado porque Dios es amor; otras ven a Dios como lo opuesto, un ser que castiga sin clemencia a quien se rebela contra Él o peca. Otras personas, sin darse cuenta, tienen en su pensamiento más de un Dios y al mismo tiempo afirman que sólo existe uno. Cuando le damos a otro ser humano o celestial los mismos atributos que le damos a Dios lo estamos haciendo igual a Dios.

Para aclarar a quién nos referimos al hablar de Dios, vayamos a la definición que está en el libro “Teología Bíblica y Sistemática”

“El nombre de Dios se lo damos a ése ser eterno, perfecto, infinito e incomprensible, creador de todas las cosas, que conserva y gobierna todo con su omnipotencia y sabiduría, y es el único objeto digno de adoración”. (1)

En este artículo hablaremos del Dios que describe la Biblia y tú analizarás si es éste el Dios en el que crees o te has formado una idea diferente de Dios.


La Biblia nos menciona que sólo hay un Dios, cuyo nombre es Yavé quién tiene características únicas, es decir, que solo le pertenecen a Él. Leamos:

Isaías 45:21-22
“O si no hablen, presenten sus pruebas; si es necesario, consúltense unos a otros: ¿Quién había anunciado estas cosas y las había publicado desde hace tiempo? ¿No he sido yo, Yavé? No hay otro Dios fuera de mí. Dios justo y Salvador no hay fuera de mí. Vuélvanse a mí para que se salven, desde cualquier parte del mundo, pues ¡yo soy Dios y no tengo otro igual!”

Éxodo 15:11
“¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas?

Isaías 44:6-8
Así habla el rey de Israel y su redentor, Yavé de los Ejércitos: "Yo soy el primero y el último; no hay otro Dios fuera de mí. ¿Quién es igual a mí? Que se pare y lo diga, que me cuente y me demuestre que anunció lo que debía pasar y nos dijo con anticipación las cosas futuras. No se asusten ni tengan miedo: ¿no es cierto que se lo había anunciado desde hace tiempo? Ustedes ahora son mis testigos: ¿hay acaso otro Dios fuera de mí? ¡No! no existe otra Roca que yo sepa.

De acuerdo con estas escrituras no hay otro ser sobre la faz de la tierra o en el cielo que pueda tener los atributos que Dios (Yavé) tiene o que haga las mismas hazañas o prodigios que Yavé.

Concluyendo lo que nos enseña la Biblia, Dios tiene un nombre y ése es Yavé, él es justo y Salvador, glorioso y santo, hacedor de maravillas, fuera de Él no hay otro Dios, no hay nadie igual a Él.

El desconocimiento de las Escrituras es lo que lleva a las personas, “sin quererlo,” o sin estar conscientes de ello, a atribuirle a seres humanos que han vivido en esta tierra o que viven en ella cualidades que solo le pertenecen a Dios. Es así como en la vasta humanidad, cada ser humano se ha formado su propio dios y con esto hoy en día tenemos muchos dioses.

Querido lector, si tú te consideras cristiano tu fe debe estar fundamentada en la Biblia y es ella quién te debe decir quién y cómo es Dios, no las ideas que has recibido a diestra y siniestra. ¿Tú crees que Dios es uno? Estás en lo cierto. Ahora vamos a reflexionar sobre lo siguiente:

¿La idea que tú tienes de Dios concuerda con estas escrituras?

Cierra tus ojos y piensa por un momento: cuando tienes una necesidad muy grande ¿A quién le pides ayuda? ¿Te has dirigido a otra persona que no sea Dios? Si lo has hecho ¿te has dado cuenta que es hacer a otro ser igual que a Dios?

(1) Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, Editorial Vida 1992

lunes, mayo 03, 2010

¿Qué Es Vivir en Integridad?


Todos hemos oído hablar de la integridad, pero pocas veces, muy pocas veces podemos decir: fulanito es un hombre íntegro ó fulanita es una mujer íntegra. Aún dentro del pueblo de Dios, en aquellos que hemos sido lavados por la sangre del Cordero, falta esta cualidad con frecuencia.

Estamos acostumbrados a ver que la gente del mundo se comporta sin integridad en los asuntos de la vida, por ejemplo: hay quienes alteran las notas de sus viáticos o quienes piden notas aunque no hayan hecho el consumo. De hecho muchos de ellos gastan menos de lo que les dan para la comida y consiguen notas con mayor cantidad de la autorizada para que les sobre dinero, que al fin y al cabo, ellos piensan “el salario que me pagan es muy poco, me deberían pagar más”. Otros piden notas de otras personas para pagar menos impuestos, pues piensan “al fin y al cabo el gobierno siempre está abusando de nosotros, y no usa el dinero en forma conveniente ni honrada”.

En los jóvenes y adolescentes es común que digan pequeñas mentiras. Ejemplo: se ponen de acuerdo para decirle a la mamá de Alfreda que van a estar en la casa de Pánfilo dónde sí les dan permiso de estar y se van a casa de Rigoberto, a la cual tienen prohibido ir. ¡Qué falta de integridad tan grave! ¿Qué es lo más triste de todo esto? Que estas actitudes no se limitan a personas que no conocen a Dios, sino que sucede en los que conocen a Dios, en los que lo alaban y cantan y predican de Él.

La integridad es una cualidad que debe poseer todo el que se dice cristiano. Pero ¿qué es la integridad? Vayamos a la Escritura

Salmo 26:1-5
1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
4 No me he sentado con hombres hipócritas,
Ni entré con los que andan simuladamente.
5 Aborrecí la reunión de los malignos,
Y con los impíos nunca me senté.

La integridad es que vivamos en Su Verdad, no seamos hipócritas ni taimados, que aborrezcamos estar con los que hacen mal y que no participemos en lo que hacen los impíos.

La claridad con la que esta Escritura nos muestra lo que es vivir en integridad es asombrosa. Todo lo que menciona el rey David nos queda como anillo al dedo en esta época, en que se vive haciendo el mal unos a otros, defraudando, participando en lo que hacen los que no conocen a Dios (como ejemplo dando mordidas aquí y allá). En fin, lo que a diario pasa en esta sociedad que está sin conocimiento de Dios; sin examinarse cada uno a sí mismo, tanto en los pensamientos como en el corazón.


La confianza de David es enorme porque sabe que actúa rectamente recordando la misericordia de Dios y confiando en Él

Para reflexionar:
¿Estás viviendo al nivel espiritual que Dios nos pide en cuanto a ser una persona íntegra?
¿Estás continuamente examinando tu proceder delante de Dios y confrontándolo con Su estándar?
Si no lo estás haciendo ¿no crees que es un buen día para empezar?