domingo, noviembre 15, 2009

Cristiano Solitario

Cuando Jesús estuvo en esta tierra enseñando la doctrina del Padre y mostrando su poder y gloria, nos dejó enseñanzas que a pesar de haber transcurrido más de 2000 años están vigentes. Últimamente algunos cristianos viven su vida alejados del resto, son por así decirlo cristianos solitarios. Las razones que dan para seguir viviendo aislados de los demás que comparten su misma fe y que aceptan el Señoría de Jesús, son variadas y quizá entendibles, pero no son válidas ¿o sí?

Juan – María ¿cómo estás? Hace tanto tiempo que no te veo ¿te congregas en otra parte?
María – No, fíjate que ya tiene tiempo que no me congrego.
Juan – ¡No me digas! Siempre te veía los domingos en la congre ¿a qué se debe?
María – Desde hace unos meses estoy trabajando horas extras y termino la semana completamente rendida, tanto que no puedo asistir a la congre y terminar mis quehaceres en casa. Así que ya no voy
Juan – Pues yo te animo a que dejes los quehaceres y regreses a la congre, por un lado se te extraña y además es necesaria tu presencia, ya ves que ayudaste mucho a Lupita en el cunero.
María – No sé, tendría que pensarlo, la verdad es que ya no me da tiempo de nada.

Dariana – Hola Bella ¿cómo te va? ¿qué me cuentas de Ricardo?
Bella – ¡Ni te lo imaginas!, estoy sumamente preocupada, se hizo novio de una chica que dice ser cristiana, pero la verdad, es que desde que anda con esta muchacha ya no se para por la iglesia.
Dariana – Oye, pero ¿no le has insistido en que asista?
Bella – Mira se lo mencioné un par de veces, pero sale con pretextos, ya no sé cómo decirle lo importante que es que siga asistiendo.
Dariana – Pues en ese caso solo nos queda orar por él y si es posible decirle a alguno de sus amigos que lo visite, a ver si a ellos escucha.


La Verdad de la Palabra
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10.24

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Romanos 12:4-5

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Efesios 4:25

La citas fueron tomadas de la versión Reina-Valera

Para reflexionar:
¿Te has dejado de congregar por alguna causa?
¿Has considerado que eres parte del cuerpo de Cristo y que sin ti no funciona igual?
¿Has pensado que eres miembro de otros y que al no asistir es como si le faltara una pieza al rompecabezas?

domingo, noviembre 01, 2009

Dios

“El nombre de Dios se lo damos a ése ser eterno, perfecto, infinito e incomprensible, creador de todas las cosas, que conserva y gobierna todo con su omnipotencia y sabiduría, y es el único objeto digno de adoración”. (1)

Todos sabemos que hay un solo Dios, único y verdadero, sin embargo a veces las personas están confundidas porque le dan atributos que solo posee Dios, a otros individuos. Es tan fácil cómo los adultos “sin quererlo” o sin estar conscientes de ello, engañan a sus hijos diciéndoles que las personas que se encuentran en el cielo los pueden ver y oír. Al hacer esto están equiparando a Dios con simples mortales. Los niños crecen guardando una mentira en su mente tan fuertemente, que cuando son adultos, muchos de ellos siguen pensando que las personas que están en el cielo los ven, aunque por supuesto no son Santa Claus y quizás ni siquiera su abuelita, sino alguna otra persona piadosa.
¿Es que acaso hay alguien que pueda tener los mismos atributos que Dios?

Mamá – Mafer, pórtate bien porque si no lo haces, Santa Claus no te va a traer juguetes este año.
Mafer - ¿Es que Santa me puede ver?
Mamá – ¡Claro que sí! Él está en el cielo y ve a todos los niños y lleva un registro de lo que hacen; así si se portan bien les trae juguetes, si se portan mal, no les trae nada.
Mafer – ¿De verdad está en el cielo?
Mamá – Sí, Mafer, Santa Claus está en el cielo, preparando los juguetes.
Mafer – Oye mamá, si está en el cielo, entonces puede platicar con mi abuelita ¿verdad? Porque ella también está en el cielo.
Mamá – ¡Pues sí!, Mafer, los dos están en el cielo y los dos te están viendo. Tu abuelita también, ella ve todo lo que haces y oye todo lo que dices. Así que por favor, ya pórtate bien, porque si no, tu abuelita le dirá a Santa que no te de juguetes este año.


La Verdad de la Palabra
Yo soy Yavé, y no hay otro igual, fuera de mí no hay ningún otro Dios. Sin que me conocieras estuve contigo, para que todos sepan, del oriente al poniente, que nada existe fuera de mí. Isaías 45:5-6

O si no hablen, presenten sus pruebas; si es necesario, consúltense unos a otros: ¿Quién había anunciado estas cosas y las había publicado desde hace tiempo? ¿No he sido yo, Yavé? No hay otro Dios fuera de mí. Dios justo y Salvador no hay fuera de mí. Vuélvanse a mí para que se salven, desde cualquier parte del mundo, pues ¡yo soy Dios y no tengo otro igual!
Isaías 45:21-22

¿Quién como Tú, Yavé, entre los dioses? ¿Quién como Tú, glorioso y santo, terrible en tus hazañas, autor de maravillas? Éxodo 15:11

Así habla el rey de Israel y su redentor, Yavé de los Ejércitos: "Yo soy el primero y el último; no hay otro Dios fuera de mí. ¿Quién es igual a mí? Que se pare y lo diga, que me cuente y me demuestre que anunció lo que debía pasar y nos dijo con anticipación las cosas futuras. No se asusten ni tengan miedo: ¿no es cierto que se lo había anunciado desde hace tiempo? Ustedes ahora son mis testigos: ¿hay acaso otro Dios fuera de mí? ¡No! no existe otra Roca que yo sepa. Isaías 44:6-8

Todas las citas han sido tomadas de la Biblia Latinoamericana

Para reflexionar:
Seguramente no crees que Santa Claus o tus parientes que han muerto puedan verte, pero ¿qué hay de otras personas? ¿Piensas todavía que alguien más que no sea Dios te ve y te oye desde el cielo?
Si es así, te invito a que tomes tu Biblia y repases los pasajes de este artículo y medites en ellos detenidamente.

(1) Diccionario de la Santa Biblia